Los Ralámuli
Apuntes de la gente ralámuli
La sierra Tarahumara o Sierra Madre Occidental es el hogar de la población que se denomina ralámuli. De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales esta Sierra es la cordillera más importante del país con dirección norte-este y sur-oeste. Se extiende a lo largo de 1400 km desde la frontera norte hasta la parte central del país, en donde se confunde con el Cinturón Volcánico Mexicano; su anchura media es de 150 km, aun cuando mide más de 300 en algunas porciones. Con una altitud promedio superior a los 2000 msnm, llega a alcanzar altitudes máximas de 3300 msnm en la parte correspondiente a la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua.
El paisaje de la Sierra Tarahumara se caracteriza por la dominancia de cerros y mesetas de origen volcánico, que a lo largo de millones de años han sido erosionados y han dado origen a cauces de ríos, arroyos y barrancas de más de 200 metros de profundidad. La mayor parte del territorio en que habita la gente ralámuli está cubierta con vegetación arbórea que de acuerdo a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio) es característica de las regiones templadas, semicálidas y semifrías. Las formas de vegetación dominante son las coníferas y las latifoliadas. Este ecosistema de los bosques templados comprende sitios donde predominan los bosques puros de pino, de encino, bosques mixtos de pino-encino, de bosque bajo-abierto y de táscate, de igual manera, pero en menor medida en el estado de Chihuahua existe un ecosistema selvático lugar en donde también habita población ralámuli. Coloquialmente existe la distinción entre la Alta y la Baja Tarahumara ello obedece a los espacios geográficos que Almanza, Martínez y Urteaga (2006) denominan “Las Barrancas y la Sierra Alta”. Sin embargo, son cuatro los ecosistemas.
La población ralámuli hoy en día es numerosa, conserva mucho de sus tradiciones y su idioma; aunque no es ajena al desplazamiento lingüístico y a otros problemas de tipo social. En las líneas siguientes se describe a grosso modo el advenimiento de la población ralámuli.
De acuerdo a Abel Rodríguez:
Por su pertenencia al filum yuto-nahua, las estimaciones cronológicas del origen de la lengua de los rarámuri, así como el espacio de su aparición, probablemente guardan relación con las estimaciones de la llegada de poblaciones al suroeste de los Estados Unidos y al noroeste de México. Es decir, un prototarahumara pudo tener sus orígenes probablemente en el sur de Arizona, o bien, en el norte del actual estado de Chihuahua como lo sugieren también los hallazgos del maíz temprano y, en general, las estimaciones arqueológicas de la agricultura e incluso los hallazgos de cerámica en los valles a pie de sierra.
(Rodríguez, 2009: 29)
Rodríguez también expone que, de acuerdo a las variantes dialectales y áreas de transición existentes en la sierra, se puede ubicar a la lengua y población ralámuli en el actual estado de Chihuahua hace 3000 y 3500 años (Rodríguez, 2009: 29).
Por otro lado, las variantes dialectales y áreas de transición actuales existentes en la sierra Tarahumara permiten también suponer que la presencia de la lengua y población rarámuri puede ubicarse en el actual territorio del estado de Chihuahua hace entre 3000 y 3500 años. Así también lo sugiere la presencia de la agricultura al sur del estado. Además, es altamente probable que la agricultura se haya practicado en la región serrana ya desde hace al menos unos 2300 años y que, dado el número de variantes dialectales vigentes, se pueda considerar un poco más de tiempo para el advenimiento de los primeros pobladores predecesores de los rarámuri serranos actuales, lo que debió ocurrir hace alrededor de 3000 años.
(Rodríguez, 2009: 29)
Históricamente la población ralámuli ha existido y se ha sabido adaptar al medio ambiente en el cual ha estado inmerso. Además, ha vivido de manera cercana a otros pueblos, como lo expresa Heras:
A la llegada de los españoles... la nación rarámuri ocupaba el territorio que recorre la estribación este de la Sierra Tarahumara, desde la junta de los ríos al norte de la ciudad de Chihuahua hasta el sur de Parral. Siguiendo el recorrido de norte a sur, se extendía hacia la sierra por el oeste, quizá hasta donde empezaba el territorio de los chínipas, en el municipio actual que lleva el mismo nombre. Eran vecinos de otros grupos: al sur colindaban con los tepehuanes; al oeste con los guarijío, por el desfiladero de la sierra hacia Sinaloa; continuando al norte por la misma sierra, con pimas, ópatas y jovas
(Heras, 1995:407)
Así, mismo, ésta población tiene un modo de vida particular en la época actual. Antaño, se caracterizaba por ser un pueblo semi-nómada, con actividades como la recolección de alimentos; con la intensificación de la agricultura como medio de sobrevivencia, se modificaron y se agregaron actividades a su vida cotidiana. Posibilitando así la especialización en diversas actividades como la cestería, la costura, incluso el hacer ollas.
En la segunda mitad del siglo XVII, la vida de la gente ralámuli cambió radicalmente "fue un periodo de gran transformación, pues debieron relacionarse con culturas que nunca antes habían visto ni imaginaban que existían. No sólo con la cultura de los españoles y, en general, de los europeos, sino también con la de africanos (Pintado, 2004: 9)".
La configuración cultural y social de la población ralámuli integra elementos tanto propios como aquellos que fueron impuestos por los misioneros y diversos personajes de la etapa de la conquista en el norte de México.
En la vida ralámuli existe una organización social propia, la cual incluye: justicia, sistema político-normativo, salud, educación, religión, idioma, economía, entre algunos más. Estos aspectos no están aislados uno de otro, constituyen un entramado que, además, está atravesado por la cuestión cultural.
Siguiendo a Rincón (2011: 41) “entre las fuerzas que gobiernan el cielo y aquéllas que actúan en la oscuridad inframundana, los rarámuri se consideran a sí mismos como los “pilares del mundo”. Su papel en el universo es intervenir en los ciclos naturales con trabajo y ritualidad, para aportar energía vital al cosmos”.
En el caso de la población rarámuri, desde los largos períodos de la evangelización, la colonización y posteriormente la Independencia y la Revolución Mexicana, hasta la actualidad, las y los integrantes de esta etnia originaria de la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, al norte de México, han sido objeto de presión por parte de la sociedad mestiza, en la tenencia de la tierra y otros aspectos sociales (Ruiz, 2020: 3). Lo anterior ha provocado que las personas no tengan otra opción más que moverse de sus lugares de origen, en un ejercicio de migración obligada. En fechas más recientes, la movilidad también se ha desencadenado por la presencia de carteles que desplazan a familias enteras, lo que se conoce como desplazamiento forzado.
La marginación que viven las y los rarámuri de la Sierra Tarahumara ha obligado a hombres y mujeres a migrar principalmente a otros municipios del estado, como Chihuahua, Juárez, Cuauhtémoc y Delicias. (Ruiz, 2020: 4). En comunicación personal con algunos miembros de la población ralámuli que han migrado a la ciudad, mencionan entre sus motivos que, se vieron obligados a moverse por que fueron víctimas de violencia de índole sexual. También, de acuerdo a varias personas, quienes viven en la sierra y se dedican a la agricultura como medio de sobrevivencia, han comentado que debido a la falta de lluvias es cada vez más complicado subsistir en la sierra. Es entonces, que hay múltiples, causas por las cuales se migra.
